Con estos mimbres empezamos

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STE  SORIA

Tras escuchar el discurso de investidura de Alfonso Fernández Mañueco el pasado mes de julio, y poco después el de la recientemente nombrada Consejera de Educación, Rocío Lucas, y tras una lectura atenta de lo que fueron los diferentes programas electorales en materia de Educación, tanto del Partido Popular, como de Ciudadanos para Castilla y León, en el Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza de Soria no podemos por menos que sentir una mezcla de miedo y desesperanza.

Miedo por la batería de medidas de corte neoliberal que se proponen desde el nuevo gobierno de coalición autonómico. Medidas realmente negativas para la Escuela Pública que defendemos. Medidas que son para echarse a temblar.

Medidas tales como abundar en la “libertad en la elección de centro” con las desigualdades que esta medida está suponiendo de facto y el señalamiento negativo que ha acarreado para centros concretos que casi siempre son públicos. Para empezar a abrir boca, en este 2019, se ha aprobado una nueva normativa en materia de admisión: el Decreto 52/2018, de 27 de diciembre, y su orden de desarrollo EDU/70/2019 , siempre en aras de garantizar “el derecho a la libre elección”. Bueno, pues ya al inicio de curso, hemos podido comprobar en nuestras propias carnes, en nuestros propios centros, el caos de funcionamiento que ha supuesto esta normativa con el trasiego de cientos, miles, de alumnos entre centros con el curso recién comenzado.

El fomento de la FP Dual, por la merma de la calidad de la formación para el alumnado, la dificultad de encontrar empresas donde efectuar las prácticas con garantías, en las que realmente se les tutorice y que los alumnos no sean utilizados como mano de obra barata.

Respecto al acceso al cargo de director de centros públicos y concertados, se pretende establecer un sistema de incentivos basado en la evaluación del desempeño del cargo y obtención de resultados en el centro correspondiente, algo parecido al modelo anglosajón y que solo aporta competitividad entre centros y olvida la colaboración que a nuestro juicio es lo realmente enriquecedor.

Pretenden “impulsar nuevos espacios más versátiles para grupos grandes”, esto daría al traste con la posibilidad de conseguir una eterna reivindicación de los STEs, ahora más actual que nunca, que es la reducción de ratios alumnos-profesor para conseguir mayor calidad educativa.

También hemos oído hablar de la pretensión de iniciar con la legislatura el nuevo modelo de bilingüismo elaborado a lo largo de estos últimos años, modelo al que nos oponemos como sindicato docente y que ha sido ampliamente contestado por toda la comunidad educativa. Habrá que empezar de cero. Asimismo, la Consejera nos avanza su intención de diseñar e implementar un “Plan de Mejora de la Competencia Lingüística de las Lenguas Extranjeras” y nos echamos a temblar cada vez que de la Consejería sale la idea de un plan. Esperemos que se aplique la sensatez y que se de participación a los docentes en su elaboración y/o negociación.

Estamos deseosos de que se retomen las negociaciones con la Consejería de Educación para poder avanzar en la negociación de la reducción de horas lectivas para los docentes además de otros temas pendientes desde hace años y poder ponernos al mismo nivel de otras comunidades autónomas en cuanto a derechos laborales. Mañueco y Lucas prometían diálogo, por lo que les daremos un voto de confianza esperando que no caigan en los mismos errores de la anterior administración, con la que cada vez que nos sentábamos en la Mesa Sectorial de Educación era como darse contra un muro. Ni una mala palabra, ni una buena acción.

En los programas, como declaración de intenciones, se habla de fusionar centros, de revisar el mapa de CRAs y de abordar la fusión de Institutos de Educación Secundaria, y lo primero que se nos viene a la cabeza es el cierre de escuelas rurales e institutos en toda la comunidad; y en este punto, si todas las provincias sufrirían consecuencias catastróficas irreversibles para la escuela rural. En la provincia de Soria esta medida sería la estocada final para la vida en nuestros pueblos. Este curso empezamos con 2 maestros de la zona rural que han visto suprimido su puesto de trabajo y otros 3 que han sido desplazados, estas plazas son a sumar a las ya suprimidas en Soria en el proceso de negociación de plantillas que se llevó a cabo en el mes de enero. Mientras tanto se están manteniendo en la provincia unidades en centros privados-concertados con menos de 10 alumnos, eso sí, pagadas con dinero público y habiendo plazas libres en la red pública.

Y para acabar, aquí dejamos una pequeña pincelada del porqué de nuestra desesperanza: la primera propuesta que recoge el programa electoral del PP de Castilla y León en materia de Educación dice textualmente: “395. Incorporaremos criterios de eficiencia energética y sostenibilidad, tanto en las infraestructuras, avanzando en la sustitución de calderas de gasoil de más de 15 años, como en los contenidos curriculares.” Como docentes consideramos que es para echarse a temblar el pensar que quien está a los mandos es alguien que en su declaración de intenciones está mezclando, en un mismo epígrafe, las calderas de gasoil con los contenidos curriculares. Poco se puede esperar para el progreso del sistema educativo castellano-leonés cuando empezamos con estos mimbres.

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