STELE
#YOESTUDIOFRANCÉSENCYL
Por enésima vez, contamos desde hace poco más de un año con una nueva reforma educativa cuyo nombre se enrolla en sí misma; pues modifica la ley orgánica anterior, la ya popular LOMLOE.
Y como viene siendo habitual los y las docentes empezamos a temblar. Al principio, todo son buenas palabras de los políticos que pretenden combatir el absentismo, mejorar la calidad de la enseñanza y conseguir que nuestros alumnos y alumnas adquieran conocimientos en diversas disciplinas. Si observan, nada nuevo que no hayan pretendido otras leyes anteriores.
El problema surgió hace unos meses, cuando se filtró un borrador en el que se establecían el número de horas lectivas para cada asignatura y su implantación en los diversos cursos de la enseñanza (desde la educación infantil pasando por primaria, secundaria, ciclos formativos y aprendizaje de adultos). Nuestra sorpresa fue descubrir que nuestra asignatura, la segunda lengua extranjera, volvía a estar amenazada, ya que se deja a merced de las comunidades autónomas la decisión de ofertarla o no como obligatoria.
En este reino de taifas en el que nos encontramos con diecisiete modelos autonómicos de educación, la situación de la segunda lengua extranjera se vuelve compleja. Dependemos de que las comunidades autónomas valoren el aprendizaje de idiomas como una oportunidad para que nuestros alumnos y alumnas adquieran un mejor puesto de trabajo, desarrollen su intelecto y por qué no, sus habilidades sociales, pues aprender un idioma requiere perder el miedo a conversar en público, amén de otras destrezas. Esto no quiere decir que el resto de las materias del currículo no sean necesarias, al contrario, todas ellas constituyen un pilar esencial para que el alumnado, sea cual sea su origen, desarrolle unas disciplinas que le permitirán desenvolverse y convertirse en un buen ciudadano… y eso pasa por el aprendizaje de las lenguas extranjeras.
Por tal motivo, desde hace unas semanas los profesores y profesoras de francés constituidos como colectivo de docentes de lengua francesa, hemos empezado a movilizarnos. Primero, a través de un grupo de whatsapp del que formamos parte alrededor de 300 docentes de fle (français langue étrangère) y posteriormente con la realización de un escrito dirigido a nuestra consejera de educación, Doña Rocío Lucas en la que pretendemos que la realidad plurilingüe de Europa lo sea también en España. Solicitamos en concreto en nuestra comunidad autónoma que aumente la carga lectiva de nuestra materia; pues dos clases a la semana no son suficientes para aprender un idioma como bien imaginaréis. También queremos que sea una materia obligatoria (recordemos que actualmente la segunda lengua extranjera es optativa), con el mismo respeto y valor que cualquier otra asignatura.
El resultado de momento está siendo muy positivo. Muchos son los y las docentes de fle que se están acercando a los distintos centros demandando la colaboración de las familias, de nuestros compañeros y compañeras y demás allegados para que conozcan la realidad de nuestra asignatura y de un idioma que abre puertas, teniendo en cuenta los lazos comerciales, laborales y turísticos que tenemos con nuestro país vecino, con un idioma hablado en los cinco continentes y por alrededor de 300 millones de personas. Sirva de ejemplo que la propia cámara de comercio de Valladolid ha comentado que las empresas francesas crean más de 300.000 puestos de trabajo. Motivos más que suficientes para que nuestras autoridades educativas tomen conciencia de la importancia que supone la adquisición de una segunda lengua extranjera, como ya sucede en muchos países de Europa, siguiendo las directrices del Consejo Europeo que ya en el año 2017 instó a los países miembros a que en sus territorios los y las estudiantes aprendieran al menos dos lenguas extranjeras.
Desde aquí me gustaría pediros que si os encontráis con algún compañero o compañera de fle, lo escuchéis y nos acompañéis en nuestra causa para que así los días 13, 14 y 15 de diciembre presentemos en registro esa demanda social que existe, pero que a veces por desgracia queda en el olvido de la Administración. Y quisiera terminar agradeciendo a todos los compañeros y compañeras de fle su enorme esfuerzo y trabajo estos días intentando llegar a todos aquellos miembros de la comunidad educativa, pues sólo de la unión de todos y todas saldrá la fuerza de nuestra reivindicación.