Monólogo para una sola escena e infinitos actos de la igualdad de oportunidades

EL ANTÍDOTO ANTITODO. (o “Teatro en el aula, un método y su praxis”)

STE BURGOS

(Se abre el telón. Lleva una sola maleta donde se lee TEATRO. Saca de ella una máscara, se la pone y se dirige a todo un auditorio imaginario. La escenografía, a gusto del lector. Eso sí, aunque parecerá por su actitud un vendedor, como no busca lucrarse en modo alguno, deberá sonar completamente sincero).

Les ruego me presten un poco de su valiosa atención, aunque ya sé que son muchas sus ocupaciones durante el curso y que, además, ya muchos de ustedes conocen de sobra los beneficios de este maravilloso antídoto que desactivará muchos de los problemas que a veces envenenan nuestros centros educativos, por eso le he dado en llamar (Pausa valorativa)el Antídoto Antitodo. (Pausa burlesca)  Si ustedes son ya profesores del Taller de Artes Escénicas, o de cualquier otra experiencia teatral, entonces estoy de enhorabuena: serán ustedes mis aliados, los mejores testigos que pudiera tener para confirmar los beneficios de este fabuloso antídoto. (Pausa más dinámica.)Si al menos son ustedes aficionados, practican o han practicado en su tiempo libre o son espectadores juiciosos de teatro, esto les servirá para recordarles cómo podrían aplicar su propio conocimiento escénico para mejorar nuestros centros educativos y, más concretamente, su experiencia en el aula. (Pausa exultante.)

Si, por último, no tienen noticia de las virtudes de nuestro antídoto, o nunca se han planteado las aplicaciones que el teatro puede tener en el aprendizaje de sus estudiantes, o incluso, por desgracia, todavía aludan despectivamente a este antiquísimo arte, e incluso, conscientemente o no, usen expresiones del tipo: (Gestos de asco)  “no le creáis, que está haciendo teatro”, “menudo papelón que estáis haciendo” o “ a mí no me hagáis una escenita”, si sois por tanto, (breve genuflexión) discúlpenme el tuteo, de esos que confunden el teatro con la falsedad, el engaño o, sin más, lo intrascendente… (simula una abrazo al aire)  ¡Bienvenidos! A vosotros principalmente me quiero dirigir. Y como seguramente seréis muy despiertos y ya os habréis percatado de que no pretendo explicar los ingredientes teóricos de mi antídoto, pues para ello bastaría con leer a alguno de los muchos sabios que han reflexionado sobre ello, desde los clásicos a nuestro Juan Mayorga o a cualquiera de los manuales de práctica teatralmás extendidos.1

No, nada de eso, querido público. Lo único que pretendo es explicar el método de aplicación y los posibles usos que he podido experimentar en mis propias carnes con  nuestro fabuloso antídoto…y para ello (Saca de la maleta un número UNO que enseña) lo primero que se debe explicar es que nos tomamos las bromas muy en serio. Es decir, explicar a nuestros alumnos que aunque el antídoto pueda ser tan dulce como cualquier diversión, es su correcta aplicación, la dosis adecuaday ajustada a las particularidades de cada grupo, la que hace que funcione. Es decir, el primer beneficio debe comenzar con la toma de esta responsabilidad. Y ser responsables, es decir, saber que los compañeros dependen de mí, y que yo dependo de los compañeros, será la premisa fundamental a la que retornaremos continuamente durante todo el curso, esa que echamos de menos en algunos de nuestros alumnos y que enunciamos como: Compromiso. Y el compromiso no se aprende por mucho que nos los expliquen, sino que se aprende ejerciéndolo. (Al dar la vuelta al UNO aparece un DOS y su rostro se ilumina.) Pero, al mismo tiempo ningún antídoto funciona si es imposible de tragar. Aprendemos más de lo que más nos gusta. Y nada nos gusta más a los humanos, y a los cachorros o jóvenes aún más, que divertirnos. La dulzura de nuestro antídoto, su capacidad para sugestionar, (acompañará las acciones con el gesto)  para hacernos reír, llorar, pensar, tocar, soñar, aprender en definitiva lo que nos hace humanos. A todos. A ellos y a sus compañeros de clase. Si conseguimos que se rían juntos, será difícil que se falten el respeto después. Ni más ni menos que aprenderán a convivir.  

(Saca un TRES y guarda el uno y el dos. Lo mira divertido por el juego de palabras)

Triangula con ellos. Dales tu confianza y harás que crezca la suya. Haz que puedan crear desde el primer día. Que creen un pequeño personaje, una historia, una situación, una manera de hablar, de andar, lo que sea. Suelen sorprenderte. Están en una edad en la que todos ellos guardan dentro capacidades creativas con las que íntimamente dialogan pero que casi nunca dejan aflorar. Lo suelen hacer a través de sus juegos. Y ahí se encontrarán seguros y ganarán en confianza.  Déjalos que jueguen y aprovéchate de las cualidades que observes en su juego.  Si al principio has propuesto tú los juegos, deja que ellos desarrollen los suyos para (el reverso del tres es un CUATRO dibujado con una grúa)  poder construir vuestro proyecto. Dirige una idea según las capacidades que hayas observado y capitalízala para que al final del proceso, puedan subirse a un escenario. La construcción de vuestra propia obra será el objetivo final y recurrente. Pero no necesariamente el único. Podéis diversificar el tiempo en otros pequeños objetivos. El curso pasado, mi grupo no solo preparó su obra sino que realizó dos cortometrajes propios y participó  en otros dos.2 

(Tira el cuatro y rebusca para sacar un SEIS.) 

Usa ese sexto sentido para hacer de lo teatral un proyecto multidisplinar, aprovéchate de sus talentos; unos conocerán los secretos de la edición en video, otros del diseño para el logo del grupo, o la página web, diversifícate en sus manos, podréis abarcar mucho3. Este trabajo en equipo tarda un poco en aflorar, pero luego crece exponencialmente. Además puede ser el momento estelar de aquellos que siguen sin sentirse cómodos en la interpretación. Todos deben aprender a interpretar para superar sus miedos y ser capaces de hablar en público, pero en un grupo de artes escénicas también  necesitaremos guionistas, tramoyistas, diseñadores, ayudantes de dirección, iluminadores, sonidistas, escenógrafos, es decir, un montón de habilidades que aquellos que se vean impedidos a subirse a un escenario, pueden desarrollar. Si no, serán oficios compartidos. Si lo consigues habrán entendido que todas las realidades están relacionadas, que nada puede ser aprendido aislado y que necesitan de todo un compendio de conocimientos aplicados para crear. 

(Da la vuelta al seis y aparece el SIETE)  Hasta el séptimo arte, o el octavo si cuentas con el cómic, todas ellas pueden ser utilizadas en la creación, y para ello es muy recomendable que nuestro antídoto se suministre también por otros departamentos, involucra a todos los que puedas, (guiña un ojo) o se dejen, que los de educación física les ayude a coreografiar, el de plástica a dibujar los diseños de carteles y camisetas,  el de música ayude a elegir la música, los de tecnología diseñen y hagan los cachivaches que necesites, que los de idiomas añadan partes en esas lenguas o subtitulen lo rodado, que los matemáticos organicen el espacio y los físicos el tiempo, que los filósofos les hagan repensar los temas y sus personajes, los de historia revisen los anacronismos o creen otros,  que los de economía organicen los productos de mercadotecnia y …(se para exhausto y derrotado) así sucesivamente hasta con el personal laboral o las asociaciones de madres y padres… Yo todavía no lo he conseguido por completo, pero ánimo, cada profesor de cada departamento que se une a nuestro antídoto, ya no lo deja. Por cierto, nuestras frustraciones también son un gran aprendizaje para nuestros alumnos, el teatro es un arte posibilista porque necesita de todo un esfuerzo para llegar a un público, y escondido entre la maleza de lo imposible están otras múltiples opciones que, en ocasiones, nos dan una solución mucho más imaginativa a nuestro proyecto. Disfrutad de vuestras decepciones y sacad partido de lo que se trunca. Vuestros alumnos aprenderán de ello a no frustrarse en la vida.

 (Por supuesto, tira el siete y saca un OCHO) y si ni tan siquiera tenéis un proyecto teatral para ese curso utilizar este recurso en vuestras clases. Dramatizad situaciones. Acercarán a los personajes de vuestra materia a vuestros alumnos. Tendrán cuerpo y cara. O si no, simplemente utilizad los ejercicios de calentamiento para empezar vuestras clases. Una ronda rápida de juegos en círculo les activa el cerebro de tal manera que la clase después será mucho más aprovechada. Una improvisación rompe el hielo de la situación más tensa en el aula. Un ejercicio de voz puede ayudar a solucionar un pequeño problema de autoestima. Tres minutos, cuatro. Ni tan siquiera necesitas tu clase. Hay estudiantes que esperan que en la clase de guardia aparezca algún profesor que aplique estos ejercicios que le ayudan a relajarse o a concentrarse. Desde que lo uso, las guardias más conflictivas resultan acogedoras. (Da la vuelta al ocho para que aparezca el NUEVE, se ríe de su ocurrencia)  y más chulo que un ocho me enfrento a la prueba del nueve, el fin último, la necesidad de concluir ese proyecto para que ellos mismos se sientan orgullosos de lo creado.Para ello, nuestro antídoto debe ser presentado como estoy haciendo hoy ante el público, en mi caso, al menos siempre en dos sesiones, una por la tarde para familiares, amigos y curiosos en general, que servirá además como ensayo general, y otra al día siguiente, si puede ser, para toda la comunidad educativa. No olvides que alguno de tus alumnos es la primera vez que se sube a un escenario con público. Si puedes aprovechar alguna otra ocasión para que se suban con un monólogo, una pequeña escena, una improvisación, hazlo. Se sentirán más seguros el día del gran estreno. 

Y llegados aquí, la prueba del nueve es que te sientes en la oscuridad de una sala y les dejes  solos. Ellos deben organizarse, pegar los carteles, recibir y situar al público y entregar el programa de mano, colocar la escenografía, controlar sonido y luces, saber sus posiciones y cuándo comenzar, actuar sin apuntadores y resolver los problemas que se les planteen hasta el aplauso final. Y ahí la magia es absoluta. Ellos incrédulos de haberlo conseguido, los familiares y los compañeros asombrados de haber sido entretenidos durante más de una hora, (gesto de más o menos)por compañeros que se han agigantado desde el escenario. Porque ahí te darás cuenta de que también estás formando algo aún más importante que actores, estás formando a un público. En un futuro, estos alumnos sabrán comportarse como público, y no encuentro una forma más adecuada de medir la cultura de un país que el respeto y conocimiento que muestra su público. Y ahí tenemos margen de mejora. Así que por más años que pasen, esa será la hora y media más intensa del curso. Y la más reconfortante. A partir de aquí, sueña. Se puede provocar un coloquio con los actores, actuar en otras salas para otros públicos, incluso hemos llegado a pedir la voluntad, dinero que se reinvierte en el propio grupo, para años sucesivos: telas, luces, objetos de atrezzo o incluso (se relame y acaricia la barriga)  meriendas de hermandad. Pero cada año su sensación de orgullo por el esfuerzo común y la de sus padres es la demostración de que el trabajo está bien hecho.4

Y para concluir (Le vuelve a dar la vuelta al nueve para que se vea el ocho, busca el uno y con todo conforma un improvisado DIEZ) y porque aquí estamos para cantar las excelencias de nuestro antídoto y no sus sinsabores, que de todo hay en el proceso, (canturrea mientras recoge las cartulinas con los números, se quita la máscara y cambia el tono de voz a una naturalidad nada impostada)  pero si han llegado hasta aquí, si en algún momento se han planteado el porqué, en un entorno tan sesudo, se ha colado un texto aparentemente de creación, si en su cabeza han pensado cómo es un gesto exultante o cómo se expresa alguien exhausto,  si han visualizado por un momento el tamaño o la forma de unos números delante de un personaje, si detrás de él han pensado en un telón negro o en cualquier otra cosa, o lo están pensando ahora, si se han planteado el significado de alguna palabra o han pensado que una expresión usada por mí era errónea, si se han planteado la conveniencia de incluir notas en un monólogo, si critican que se les tutee para después volver al usted, si han pensado que quizá alguna de estas pequeñas cosas sí las podrían implementar y si, sobre todo, se han preguntado por qué demonios no ha aparecido el número cinco, es que mi cometido está de sobra cumplido. Tengan unos buenos días y un buen curso. (Saludo teatral. Mutis.)       TELÓN. (Ángel Rojo Bayón).

NOTAS:

1. Para este personaje son casi imprescindibles  para la reflexión previa Elipses de Juan Mayorga y Manual mínimo del actorde Darío Fo, y para la práctica con adolescentes El teatro joven de 13 a 16 años de Alfredo Mantovani. 

2. Los cortometrajes son: Enredados. Expediente 4C050 (https://www.youtube.com/watch?v=oVcxfkS3e_I) o su versión con subtítulos en inglés Tangled https://www.youtube.com/watch?v=CuXBpewNYfQ&t=274s+carashttps://www.youtube.com/watch?v=MHCHAymTEeQ  y en junto con el Ies Juan de Colonia Quiero amar https://www.youtube.com/watch?v=ezT0AsvSefs

3. Se puede visitar la página de nuestro grupo de teatro en el Ies Camino de Santiago en www.comicosdelcamino.webnode.es. Encontrarán también algunos de los ejercicios que hacemos y reflexiones de nuestros actores, así como diseños para la cartelería de nuestro grupo.

4. Solo como un documento sin elaborar se puede visitar la obra desteclados estrenada por Cómicos del Camino del Ies Camino de Santiago en el Salón de la Fundación de Caja Burgos, el 13 y 14 de junio de 2019. https://www.youtube.com/watch?v=eeSo-fNZkmo&t=208s

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