Centro Rurales Agrupados. Una experiencia única para las y los maestros.

Trabajar en un Centro Rural Agrupado es lo mejor que te puede pasar en tu trayectoria profesional como maestro/a y en tu proceso de aprendizaje si eres un alumno/a.

Si bien es cierto que yo soy optimista por naturaleza, considero que trabajar en la escuela rural tiene multitud de beneficios a nivel profesional y personal.

Uno de los aspectos más importantes que yo percibo, es el hecho de trabajar en un entorno natural en el que podemos aprovechar los recursos que tenemos del entorno, por lo que efectivamente llegamos al aprendizaje significativo de los niños/as, ese aprendizaje que con el paso de los años se queda en nuestra retina.

Por otro lado, la enseñanza con niños de muchos niveles, desde infantil hasta 6º de Primaria en algunas escuelas unitarias, enseña más al maestro/a que al propio alumno/a ya que florecen en tí habilidades que antes no habías tenido que sacar en otros centros educativos. Me refiero a un bagaje profesional en el que tienes que adaptarte a los diferentes ritmos de aprendizaje sin perder de vista el progreso académico de los niños/as, y sin dejar de lado a los más pequeños que no tienen tanta autonomía. 

Asimismo, ¿Cómo son los niños y niñas de la escuela rural? A lo largo de los años, me he dado cuenta de que estos niños/as tienen una serie de valores muy importantes a destacar, suelen ser muy colaborativos entre ellos, se ayudan mucho unos a otros, los pequeños aprenden de los mayores y viceversa. Además, son muy curiosos, y cada cosa que se presenta en el aula, suele ser motivo de alegría e interés por su parte. 

Otro de los beneficios de estar en una escuela rural, es que puedes dedicar mucho más tiempo a trabajar de forma individual con alumnos/as que en otros centros educativos, debido a las ratios tan amplias (25 niños/as en un aula), no se puede el tiempo necesario, tan importante y tan fundamental, (valga la redundancia) para todos los alumnos/as.

Todos estos aspectos son puntos a favor de una escuela que en algunos pueblos está desapareciendo, debido a la cantidad de familias que prefieren escolarizar a sus hijos/as en centros de la capital o en otros centros educativos más amplios.

Pero no nos confundamos, una escuela de calidad es una escuela en la que los niños reciben una educación que se adapta a sus necesidades, que permite dar rienda suelta a la creatividad, que introduce el entorno y a las familias en todo el proceso de Enseñanza- Aprendizaje, en definitiva, una educación que solo es posible si se da en una Centro Rural Agrupado.

Otra de las cuestiones a destacar como maestra, si eres especialista como es mi caso, es la itinerancia en los diferentes pueblos del CRA. En este caso, no deja de ser un inconveniente, sobre todo cuando pasas por carreteras nacionales con tu coche, en épocas del año en las que la nieve y el hielo hacen su acto de aparición. En estos momentos tienes que tener precaución, además de la soledad en la que te encuentras, puesto que normalmente itineras sola del pueblo en el que estás, al siguiente donde tienes que dar la clase.

Sin embargo, hago balance y sin lugar a duda, trabajar en un Centro Rural Agrupado, me ha hecho ser la maestra que soy hoy en día. Una maestra ilusionada, con una maleta llena de sonrisas, abrazos, agradecimientos por parte de alumnos/as y familias que han pasado por los centros rurales en los que he estado.

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