Enseñar español à la France.

Enseñar español à la France.

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Soy maestro de primaria y formo parte del colectivo de interinos en los programas en el exterior del Ministerio de Educación. Estoy destinado en Francia. Quiero compartir mi experiencia y como ha cambiado mi actividad educativa en las últimas semanas. 

En primer lugar, tras haber pasado aquí un tiempo he podido observar las diferencias entre ambos sistemas educativos. A decir verdad, son bastante superficiales, en lo esencial no se diferencian prácticamente en nada, algo que me resultó curioso al principio fue que en las sesiones trimestrales de evaluación hay dos representantes de los alumnos y dos de los padres presentes en dichas reuniones, que intervienen al final de la reunión para trasmitir sus impresiones y sugerencias de mejora.  En general los padres están muy implicados y colaboran organizando actividades extraescolares, acompañando al grupo en excursiones, etc. 

Trabajo en dos centros educativos en los que hay un aula de español, gestionada por el Ministerio de Educación de España. Los alumnos deben superar una prueba de acceso para acceder. En primaria el idioma extranjero es el inglés. En secundaria se añaden español y alemán. Los alumnos en su amplia mayoría son hijos de familias españolas, sudamericanas o formadas por un francés y un hispanohablante. En otros casos son niños que han vivido un tiempo en un país de habla hispana por haberse desplazado allí su familia por trabajo. 

A los alumnos de primero a quinto de primaria les imparto seis horas semanales de lengua castellana, a los de sexto que ya forman parte de educación secundaria además de tres horas de lengua, una hora destinada a la lectura y dos horas de historia, seis en total en una semana. Los contenidos son los establecidos por las leyes educativas españolas. En caso de que finalicen sus estudios secundarios incluyendo la enseñanza de español obtendrán una doble titulación de secundaria válida para España y Francia para poder acceder a estudios universitarios en ambos países. 

A lo largo del curso procuramos conmemorar las fiestas españolas en el contexto educativo adaptándolas al contexto educativo: la Hispanidad, la Constitución, los Reyes Magos, Semana Santa…. 

Desgraciadamente, desde el 16 de marzo, los alumnos estudian a distancia, con los más pequeños la atención a las familias se realiza por correo electrónico. Por el contrario, con los alumnos del equivalente a tercero y sucesivos además del email, utilizamos plataformas educativas como Edmodo y algunos compañeros de secundaria utilizan Googleclassroom.

En secundaria, además de estos medios se utiliza para realizar el seguimiento una plataforma educativa utilizada de forma habitual por el sistema educativo francés similar a Moodle, en la que se publican las notas de los exámenes, trabajo de aula, se establece comunicación con los padres y alumnos y se publican deberes y tareas a realizar. 

Por otra parte, la coordinación con los compañeros también es más incómoda, la comunicación a distancia nunca sustituirá una reunión presencial. 

Nuestra tarea educativa se ha vuelto más complicada, resolver dudas por escrito es más difícil y mucho menos efectivo.  Por otro lado, los alumnos que tenían interés en la asignatura siguen esforzándose a distancia del mismo modo que los alumnos que no quieren trabajar siguen sin hacerlo. 

La siempre necesaria colaboración de las familias se convierte ahora en algo fundamental. Algunos se enfrentan a muchas dificultades. 

En primer lugar, los alumnos procedentes de familias francófonas tienen el problema añadido del idioma. 

Además, algunos hogares con dos o tres hijos en muchos casos, que no disponen más que un ordenador o dos que tienen que utilizar todos los habitantes de la casa, los padres tienen que trabajar por internet y entraña una gran incomodidad para acceder al trabajo a realizar. Otros no tienen impresora, ni escáner para enviar imágenes de los trabajos realizados a mano.

A las nuevas dificultades, debemos añadir la incertidumbre de no saber qué va a pasar si al final podremos regresar a las aulas o terminaremos el curso a distancia. Estar lejos de casa tampoco ayuda, aunque me puedo considerar afortunado de haberme topado con personas muy amables que me han ayudado mucho en mi adaptación. Esta crisis está sacando lo mejor de cada uno. 

A modo de conclusión, puedo afirmar que teniendo voluntad se logra siempre prosperar pese a las adversidades, tenemos hoy además la ayuda de internet y todos los recursos que nos brinda. Saldremos de esta tarde o temprano. Mantener el ánimo es esencial.  

Esas consecuencias del coronavirus…

Esas consecuencias del coronavirus…

Pensar en los escolares nos da tranquilidad, puesto que se trata de una población que se mantiene a salvo de la epidemia, cuyos efectos secundarios se relacionan con el confinamiento junto con sus familias durante un largo periodo de tiempo: esos efectos no tienen por qué ser solo negativos y esa es la razón de detenernos en ellos.

De la noche a la mañana, muchos de nuestros alumnos han pasado de repartir su tiempo de ser “compañeros”, “amigos”, “colegas”, a ser solo “hijos”, y algunos de ellos “hermanos”, durante veinticuatro horas. No debemos olvidar que el continente de los niños no es la casa, son los padres o los adultos que viven con ellos. Hemos leído mucho acerca de las diferentes acciones que debemos llevar a cabo en este periodo de cuarentena. Y así durante estas semanas, al igual que nosotros adultos, ellos se han visto rodeados de ideas, vídeos, fichas, manualidades, juegos, jornadas telemáticas, en las que se imponen las rutinas como una tabla de salvación.

En función de ese continente, y el uso de los medios que les rodean, encontraremos multitud de situaciones que marcarán vivencias diferentes al finalizar este periodo.

Tomando los límites que impone aprender y enseñar en estas condiciones,  para las que no estamos preparados, los profesionales de la enseñanza estamos aprendiendo cuáles son las formas didácticas más eficientes con nuestros alumnos. Un psicólogo rumano llamado Feuerstein  nos hace imprescindibles como docentes, señalando la necesidad de tener referentes próximos aun en condiciones adversas para aprender: la naturaleza de esa mediación va más allá de la necesidad inmediata y tomará la forma exacta para desencadenar el aprendizaje.

No debemos olvidar que la inversión de tiempo y esfuerzo por ambas partes (profesores y alumnos) habrá posibilitado cumplir muchos de los objetivos previstos. Además se habrán desarrollado otras capacidades como la tecnológica, la creativa, la interpretativa, o la profundización en otras áreas que desde el currículum no hubiésemos contemplado. Podemos inferir, aunque con muchos matices, que habrán trabajado y algún logro se habrá conseguido en la organización del tiempo, el grado de ajuste en la intensidad de sus deseos, las expectativas del día a día,  la creatividad en la variación de las tareas cotidianas, y otros muchos requisitos tan necesarios para aprender.

En los niños encontraremos también el reflejo de esos padres que conocen a sus hijos: son los padres a los que los hijos no les resultan extraños, esos que permiten crecer en un espacio privado, sin interferir, sin sacarles del aburrimiento, sin penalizar los errores y dándoles la oportunidad de sentirse seguros. A ellos podremos atribuir como casi siempre la otra mano en el éxito académico que tanto necesitamos en el contexto escolar. 

Y finalizará este periodo y todos habremos aprendido un poco más sobre esas dos manos que sustentan a cada niño escolarizado: los dos pilares de la educación que son la familia y la escuela y que una sin la otra difícilmente lograrán esos retos vitales como afrontar el miedo, tener diferentes opiniones, tolerar a los demás, y conocernos mejor. (Marifé de Celis Añibarro)